JESÚS Y LA ORACIÓN

Estas dos citas enmarcan toda una vida de oración del Señor Jesús; la primera cuando en un acto testimonial es bautizado, la Escritura registra que orando el cielo se abrió; la segunda recogen su último clamor al Padre: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Es significativo que el Señor Jesucristo, el Verbo encarnado, inicie su vida pública ministerial orando y entregue su misión cumplida orando. Significativo por muchas razones:

• Él quiere ser ejemplo en todo.
• Quiere mostrarnos su íntima relación con el Padre.
• Enseña dependencia del Padre.
• Como hombre necesita ser fortalecido por el Santo Espíritu.
• Muestra humildad y sujeción en su ministerio.

No son las únicas oraciones que encontramos en la Biblia, durante toda su vida acude al Padre en oración. Veamos algunos casos

• Cuando enseña a sus discípulos, y a nosotros a orar; la oración modelo. Mateo 6:9-13
• Cuando quiere mostrar adoración y alabanza al Padre. Mateo 11:25-26
• Acción de gracias y generar fe. Juan 11:41-42
• Por sí mismos, sus discípulos y creyentes en general Juan 17:1-26
• Para ser librado de la angustia. Mateo 26: 39-44
• Por perdón para quienes lo crucificaban. Lucas 23:34

Leyendo podemos encontrar que algunas de sus oraciones (públicas) eran cortas, pero que con frecuencia se apartaba a lugares solitarios, desérticos a pasar largas jornadas de oración; que algunas veces lo hacía solo y otras llevaba a sus discípulos para que lo acompañaran (pero se dormían); que algunas veces se registra la respuesta del Padre pero otras, como las de su agonía, son seguidas de silencio.

REFLEXIÓN:
El Señor Jesús no solamente nos enseñó a orar; Él fue un hombre de oración y si Él lo hizo, lo demostró, lo enseñó ¿Cuánto más yo necesito la comunicación con el Padre? ¿Cómo no practicar como Él, apartar tiempo y lugar para orar?