Devocional 13 de Diciembre 2018

EL RESPLANDOR DE LA GLORIA DEL PADRE


HEBREOS 1:3 "El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la Palabra de Su Poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas".

Siete excelsas características del Hijo podemos leer en estos dos versículos: Heredero de todo, por quien hizo el universo, resplandor de su gloria, imagen de su sustancia, quien sustenta todas las cosas, quien efectuó la purificación de nuestros pecados, sentado a la diestra de la Majestad.

Es tanta la grandeza de Dios, su belleza, su magnificencia, que no podremos comprender la magnitud a no ser que tengamos algunos indicios de ellas; es través de Cristo revelado que se manifiestan.

En el Antiguo Testamento, Él se valió de diversas teofanías para mostrarse y en el Nuevo Testamento lo hace a través de Jesucristo encarnado; así lo declara el mismo Señor en Juan 1:8, 14:9.

Quiero llamar su atención acerca de que Cristo es resplandor de su gloria, con frecuencia hablamos, escuchamos, cantamos o nos referimos a esta descripción del Hijo, y su relación con el Padre sin detener nuestro pensamiento a escudriñar su profundo significado.

Resplandor es un término asociado con luz, y efectivamente, en 2ª Corintios 4:6 Pablo escribe Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

Al igual que los rayos solares iluminan, calientan, dan energía sin que lo podamos ver directamente porque su luz es tan intensa que no lo resistimos, Cristo nos muestra la gloria de Dios a través suyo; Dios nos permite ver una manifestación; el brillo, el resplandor, de lo que es la grandeza de su Divinidad. Y si ese resplandor es tan grandioso, tan hermoso, tan sublime ¡Cuánto más su gloria eterna, celestial!.

REFLEXIÓN:
Es solamente a través de Cristo que conocemos y llegamos al Padre; si permitimos que su resplandor nos alumbre, las tinieblas serán cortadas para dar paso a la grandeza de su conocimiento. Aquí tenemos su resplandor, la vida eterna nos espera con la plenitud de su gloria ¡Aleluya!


Escrito por:
Myriam González de Bohórquez
Docente y Tutora del IBPS

Lo expresado en los "Devocionales" representa la opinión de los escritores y no necesariamente de los directivos.