EL ESPÍRITU SANTO EN ÉL

El contexto del versículo citado es la visita que El Señor a través de su Espíritu le ordena a Pedro hacer a Cornelio, oficial del ejército romano.

Pedro, testigo presencial de la obra de Cristo, de manera breve y precisa da el mensaje de salvación partiendo de la vida de milagros, sanidades, liberaciones, vida de bondad que el Señor Jesús mostró.

Pedro ha entendido y ahora reconoce públicamente y enseña la armonía entre las Personas de la Trinidad: Explica que Dios Padre ungió con el Espíritu Santo al Hijo y prueba de ello es el ministerio de Jesús en la tierra.

Es la unción del Santo Espíritu en Cristo, es la dependencia que Él mostró desde el inicio de su ministerio, Lucas 4:14, es la íntima comunión de la Trinidad la que permite la manifestación del Reino de Dios.

Tan poderosa es la unción del Espíritu Santo que el Señor Jesús promete a sus discípulos, los de su tiempo terrenal y a nosotros hoy, que es la tercera Persona de la Trinidad quien nos consolará, enseñará y recordará sus enseñanzas. Él quiere que la misma unción que lo llenó de poder sea sobre nosotros para que en Su nombre realicemos las obras encomendadas. Él lo dijo y así es, no solamente obras como las de Él, aún mayores. Juan 14:12

Si Cristo vive en mí es porque el Espíritu Santo me redarguyó y me convenció de pecado, es mi tarea no apagar su fuego, no contristarlo, ser tan dependiente como Cristo de su poder y unción.

REFLEXIÓN:
Cristo nos da ejemplo a través de su sencilla y poderosa dependencia del Espíritu Santo, que cada día esté guiado por Él, que cada día a través de la oración, el estudio de la Palabra y una vida de piedad muestre la obra del Espíritu en mí.