JESÚS Y SUS MILAGROS

Los evangelistas registraron, algunos de los acontecimientos de la vida de Jesús, entre ellos, unos de sus milagros o hechos sobrenaturales que mostraban el amor de Dios por la humanidad. Es notable el último versículo del evangelio de Juan para corroborar que no conocemos la cantidad y variedad de los milagros del Señor.

En un intento por clasificar los hechos prodigiosos que nos ocupan partimos de los 35 o 36 que están consignados. El Señor atiende diversas áreas de necesidad.

• Perdón de pecados: Sí, es un hecho milagroso, o ¿Quién puede hacerlo? Lucas 5:20-21. En este caso el paralítico fue llevado por sanidad pero el Señor le dio primero la salvación. Solamente Él con su autoridad lo hizo, lo sigue haciendo.

• Liberación: Son los milagros que tienen que ver con liberación de demonios y los encontramos con diversidad de características; con su poder expulsa en unos casos a un demonio, en otros más de uno, hasta legiones; en hombres jóvenes o mayores, a una niña gentil; en endemoniados, a otros que a la vez eran discapacitados; los envía a poseer una piara; siempre les ordena callar y siempre les habla con autoridad.

• Sanidad: Innumerables sanidades realizó el Señor; dio vista a ciegos, quitó fiebres, sanó lepras, restauró deformidades, cesó hemorragias crónicas, hizo hablar mudos, hizo andar a cojos y paralíticos, restauró oído de sordos, sana la oreja de un hombre, cura enfermedades generales. Es toda una variedad de milagros que muestran su poder amor.

• Cubre necesidades diarias: Alimenta multitudes, provee pescas milagrosas, convierte agua en vino, provee para pago de impuestos.

• Sobre la naturaleza: Calma tempestades, camina sobre el agua, hace secar una higuera.

REFLEXIÓN:
Leer y detenerse sobre los milagros del Señor es otra fuente para glorificarle y comprender que su obra abarca todas las áreas del ser y no sólo un grupo racial, o un género, o un rango de edad; su amor es universal. El Jesús milagroso está vivo y hoy puede obrar prodigios.