ALGUNAS MUJERES EN LA VIDA DE JESÚS

Son muchas las mujeres que son mencionadas en La Biblia por haber tenido alguna relación con el Salvador.

• Rahab: Josué 2:1. Sí, una ramera de Jericó que vivía de comerciar con su cuerpo, pero a cuya casa Dios encaminó a los espías a quienes ella encubrió y por cuya acción fue salvada junto con su familia; lo sorprendente es que su nombre lo encontramos en el primer libro del Nuevo Testamento, en la lista de la genealogía de Jesús. Mateo 1:5; es decir fue bisabuela de David. Recibió de Dios no solo la salvación física sino su gracia extraordinaria.

• Rut: Rut 1:4 Conocida como la moabita, fiel nuera de Noemí. Es un claro ejemplo de redención cuando Booz, el pariente de su difunto esposo paga el precio por ella, la hace su esposa y de cuya unión nace Obed, abuelo de David. ¡Qué cerca estaban estas dos mujeres entre sí y en su posterior mención; también en Mateo 1:5! ¡Dos mujeres extranjeras en la lista de antepasados del Salvador!

• Ana: Lucas 2:36-38. Es la única referencia bíblica de esta mujer; de la tribu de Aser, (de Israel, reino del norte) profetisa, anciana de más de 90 años, vivía en el templo, servía día y noche, con una vida de devoción manifiesta en oración y ayuno. Dios le permite estar en el momento justo y en el lugar indicado: Cuando Simeón bendecía a Dios por Jesús el Mesías. No guardó la noticia: Hablaba del niño a todos los que como ella, esperaban la redención. Fue la primera evangelizadora, es decir portadora de la Buena Nueva.

• Marta: Lucas 10:40. La hermana de Lázaro a quien el Señor resucitó y de María que se sentaba a los pies del Señor para oír su palabra. Marta ejemplo de servicio, diligencia, perfeccionismo, esmero por atender, el contexto nos indica que era la encargada de la casa y que lo hacía a cabalidad; al igual que su hermana amaba al Señor pero lo demostraba con servicio y atención y es ahí donde el Señor le hace caer en cuenta que la adoración es primero que el servir.

REFLEXIÓN:
Dios es precioso en todo lo que hace, nos permite ver su obra y su enseñanza a través de estas cuatro mujeres: No importa nuestros pecados, Él pagó el precio; recompensa la fe, la fidelidad y el amor y nos enseña que amarle es primero y mejor que amar el servicio.